Empalme en el laberinto (cuento traducido)

En el horizonte, se condensa la última luz del día. La oscuridad ya inunda las tierras macizas en las profundidades, cuando, de pronto, aparece la ciudad: esparcida en la inmensidad, un cúmulo de estrellas. Al aterrizar, las señales de luz comienzan a estirarse,  luego a fluir. El tráfico nocturno pulsa por sinuosos carriles. Se van vislumbrando las hileras de los techos, filas de manzanas, estructuras de concreto, ladrillos y asfalto. Quebradas, puntos ciegos, precipicios, barrancos.

El portero bigotudo del hostal Oriente lo condujo a la habitación, corrió las cortinas hacia el costado señalándole el panorama. Apenas estuvo solo, Antonio se dejó caer sobre la cama con la manta ocre de flecos. Su jefe había dicho que él venía de allí, que esto significaba una fortuna para la empresa y para él, Antonio, un salto en la carrera. Al cuerno, hubiera respondido casi, si ni siquiera siento amor por ese país. Instantáneamente, se le vinieron a la cabeza los viajes de vacaciones con sus padres. Primero las carreteras, horas y horas, y después,  los parientes desvanecidos a lo largo del año hasta parecer extraños. El calor que aumentaba el agobio de todo ese tufo familiar: una mezcla rara entre fragmentos de recuerdos, melancolías, obligación y subordinación. Tenía que sacrificar sus vacaciones de verano para eso, mientras que sus compañeros de la escuela le mandaban tarjetas postales de todas partes. Él no mandaba ninguna, le avergonzaba la monotonía.

Por más de tres décadas, su padre había currado en la cadena de montaje de Opel en Rüsselsheim. Aun así, renovaba la promesa, después de cada misa dominical en la misión española, en todas las malditas Fiestas de Navidades en el Club Español: Se regresaría a la patria. Cuando se tenga el porvenir asegurado, algún día.

Y ahora, era justamente él mismo, el que volvía.

España nunca le pareció tan fría. Hace días, había un área de presiones atmosféricas bajas sobre el golfo de Vizcaya que generaba aguanieve en Madrid. No obstante, como no quería ser un aguafiestas, permitió que sus compañeros de trabajo lo llevaran después del primer día de trabajo a donde quisieran. Lo arrastraron de bar en bar, de una taberna a la otra. Se dió cuenta de que en esta ciudad había que gastar un dineral para quedarse sin hambre comiendo tapas comunes y corrientes, cuyo sabor no le llegaban ni a los tobillos a las de su madre. El vino empezó a atolondrarlo y a adormecerlo. No tardó en buscar un pretexto para despedirse pero no se le ocurría ninguno.

Al final, cayeron en el „Museo del Jamón“, un local en el que las oscuras piezas de jamón serrano cubrían las paredes, una pegada a la otra, hasta arriba, bajo el alto techo. El aire estaba saturado de su aroma, el suelo, como en todas las demás tascas de la ciudad, aborratado de servilletas de papel y mondadientes. Los compañeros se fueron sentando en los taburetes a lo largo de la barra. Alguien pasó con una bandeja de prisa detrás de la hilera de espaldas de hombres, Antonio alcanzó a echar un vistazo sobre el cabello negro que caía sobre hombros delgados como un manto brillante. La aparición se desvaneció entre cuerdas con perlas multicolores que disimulaban la entrada de la cocina.

Que pida „pata negra“, es fabuloso, inigualable y sin par, caro, eso sí, hasta cien euros por kilo, gritó el tipo del controlling hacia su dirección, por encima de unas cuantas cabezas. Habían sido presentados, pero Antonio tenía una memoria miserable para recordar nombres. ¿Por qué „pata negra“, a qué se refiere esa denominación, a una manera especial de ahumarlo?, alegó devolviendo el grito, por encima del tumulto, en el fondo, la cuestión no le interesaba demasiado.

Después de eso, los compañeros empezaron a hablar todos de un golpe, tanto el uno como el otro sintió la urgencia de aleccionarle, su desconocimiento pareció indignar a todos por igual. No, al jamón se lo elabora con la salazón antes de curarlo, es que proviene de una raza de cerdos en particular, semisalvajes, magros y musculosos. Los cerdos comen lo que encuentran en el bosque, bellotas, hojas, caracoles, raíces, lombrices y pastos.

Pasan una vida de maravillas, esos malditos cerdos, pero me puedes creer, eso se percibe en su sabor, comentó su vecino de taburete. Los demás asentían, en eso, evidentemente, coincidían, uno que otro chasqueó la lengua pleno de placer. Después de todo, el tipo del controlling vociferó:

̶  ¡Rosario! Dame una cerveza, Rosarito, mi chiquilla.

Ahi estaba, la desvanecida de antes, la del cabello negro azabache. Sus ojos oblicuos estaban concentrados y serios. Mientras atendía los pedidos, se quitó con el dorso de la mano un mechón húmedo de la cara, delgada y oscura, profunda y ensimismada. Eso, a Antonio, le dió en medio del corazón.

Llegó el fin de semana: dos hojas blancas, inmaculadas en su agenda. Iba a llegar el momento en que debería ponerse a mirar pisos. Pero no enseguida. El viernes por la tarde, fue al „Museo del Jamón“ solo. Le hizo el pedido a Rosario y comió haciendo bocados pequeños, se quedó sentado por mucho tiempo, tomando vino y observando como ella iba y venía entre las mesas. En eso, se puso a pensar que le encantaría pasar días enteros sin hacer nada en esa mesa, tomar vino y observar cómo Rosario esperaba con el semblante serio el pedido de los huéspedes, balanceaba platos y copas sobre la bandeja, cambiaba los manteles y volvía a poner las sillas vacías en su lugar.

Al cabo de casi dos horas, ella se le acercó.

No sonreía, sólo pidió poder hacerle la cuenta.

̶  Una compañera me releva  ̶  , le dijo, ya que él no reaccionó de inmediato, sino que se quedó mirándola sin mover los ojos.

Le dió una propina generosa, decepcionado, porque no tenía ni idea, qué otra cosa podría haber hecho. Afuera, se quedó parado unos minutos, indeciso, en el cordón de la vereda. Aun antes, de que él  tuviera en claro que la estaba esperando, ella salió por la puerta balanceando una bolsa de plástico en la mano de aquí para allá como los niños sus bolsitos de deportes. No se fijó en él, al cruzar la calle, esquivó con un salto un taxi que venía a toda velocidad y se metió entre el gentío de transeúntes en la Puerta del Sol. Le costó no perderla de vista.

Ella se deslizó por un callejón angosto y recién se detuvo cuando alcanzó la explanada delante del edificio de un antiguo monasterio. A la luz de los faroles, su cabello brillaba como un oscuro espejo. Sobre la rejilla de un canal de aire, entre los arriates de boj, había un perro acostado junto a un hombre envuelto en mantas, que obviamente dormía. Cuando ella chifló despacito entre los dientes, el animal se incorporó y dió un salto por encima de los arbustos para acercarse a ella en un trotecito. Su pelaje relucía amarillo neón bajo la luz artificial. De golpe, Rosario volvió la cabeza mirando hacia Antonio.

̶  Puedes venir. Pero no me asustes al perro.

Qué tontería, pensar que ella no se daría cuenta que él la perseguía. Ahora, su primer impulso  era, darse vuelta sin más y salir corriendo. Sin embargo, mientras que ella sacaba cortezas de jamón y lonjas de grasa de la bolsa y se las tiraba al perro, reconoció, que haciendo eso, se pondría aún más en ridículo. Por lo tanto, se acercó a ella. El perro levantó la cabeza y se puso a gruñir.

̶  No le gusta la gente. Pero tampoco podría subsistir sin ella. A mí me pasa lo mismo –, dijo sin levantar la mirada.

̶  ¿Y el dueño? ¿No tiene hambre?

̶  Está borracho. Siempre está borracho. ̶  Recién ahora enfrentó su mirada en Antonio.

̶  ¿Y? ¿Por qué me persigues a hurtadillas? ¿A qué se debe todo esto?

El perro gruñó aún más fuerte.

-Quería invitarte  ̶ , dijo sin pensarlo y sin quitar los ojos del animal. Su corazón latía más rápido y pensó: Gilipollas, ¿no se te podría haber ocurrido nada mejor?

Ella posó su delgada mano sobre la cabeza del perro. Eso lo apaciguó de inmediato. Ella guardó silencio. Luego de un largo rato, dijo:

̶  Mañana es mi día libre.

Él casi no podía creerlo. Súbitas oleadas de calor inundaban desde el estómago su cuerpo entero.

̶  ¿Qué vamos a hacer?

̶  Pues, me gusta ir al Prado. Si tú pagas la entrada…

̶  Por supuesto.

Espíritus, no. Demonios voladores por encima de un paisaje muy ilumiado. El perfil oscuro de un macho cabrío con hábito de fraile que presencia una noche de brujas. Una procesión de figuras andrajosas, perdidas en la infinita vastedad. Un gigante caníbal con el cabello desgreñado. Dos hombres dándose golpes a palos, sumergidos hasta las rodillas en arenas movedizas. La cúpula celestial repleta de luz en llamas.

Sinceramente, arte no era su especialidad. Conocía a Goya sólo de nombre y no era fácil de impresionar, y aún menos por ese tipo de cosas. Sin embargo, ella lo había traído aquí, a este lugar, delante de estos cuadros enigmáticos, cuya contemplación originaba un sentimiento inquietante, como si, entre las visiones absurdas del pintor y la realidad de Antonio mismo, hubiese un sutil barniz que se podría reventar en cualquier momento.

̶  Parece el último ser vivente del mundo, ¿cómo lo ves tú? ̶ , preguntó ella señalando el cuadro, donde no había nada más concreto para ver sino la cabeza de un perro que, desde una especie de terraplén, se asomaba al ardor del crepúsculo.

̶  ¿También le das de comer? ̶ , se hizo el tonto. Sus bromas nunca daban en el blanco y, logicamente, ella no se puso a reír.

̶  Me refiero a que… ¿qué piensas, que significa todo eso? ̶ , fue su nuevo intento.

̶  Al final, nadie lo sabe. Pero son hermosos, ¿no te parece?

̶  Más bien inquietantes  ̶ , dijo él.

̶  Si, también lo son. Se los denomina los cuadros negros. ̶  Titubeó. ̶  Me recuerdan mi lugar de origen. Como era antes de irme.

Él seguía sin comprender ni una palabra, pero no dijo nada, la dejó hablar.

̶  El cielo sobre el altiplano de Ayacucho. En Perú. Allí todo es más claro, radiante. Sin embargo, era el infierno. Al paisaje no le podías reconocer la pesadilla y nunca sabías, lo que iba a ocurrir en el próximo instante. En ningún lugar, te encontrabas a salvo. Entonces, uno se las aguanta y trata de no pensar en eso Se anda como bola sin manija, como ese perro allí.

̶  ¿Te fuiste por eso?

̶  En realidad, por Bertila, mi prima. ̶  Volvió a callar y él esperó.

̶  Sabes, tenía esa costumbre tonta de taparse la boca con la mano cuando reía. No quería que la gente vea sus dientes malogrados. Cuando cumplió quince años, hicieron una colecta de plata y la mandaron al dentista. Para una chica de donde vengo yo, cumplir quince años, es un gran acontecimiento, sabes.

Sonriendo insinuó unos pasitos de baile. La sonrisa era una luz tenue que cambiaba su cara por completo, pero instantánemante se volvió a apagar.

̶  Dos años más tarde, fuimos juntas a Lima y nos matriculamos en la Universidad. Siempre andábamos pegadas como chicle, ella y yo. Hasta que sucedió eso.

Al cabo de un rato, él preguntó: ̶  ¿Qué sucedió?

̶  Paramilitares. Se tomaron las residencias estudiantiles. Afuera, tuvimos que acostarnos en el suelo. Coman mierda, gritaban, terroristas de mierda. Y entonces, se llevaron a nueve estudiantes y a un profesor, salieron en carros de la ciudad para darles un tiro en la cabeza. Recién un año más tarde, los cadáveres fueron encontrados en la Quebrada Chavilca.

̶  ¿Pero para qué todo ese mogollón?¿Qué habían hecho? Me refiero a que…

̶  Nada. Se trataba de secar el pantano.

̶  ¿Qué pantano?

̶  Pues, lo que decían. Sendero Luminoso. Terroristas, guerilla. Según a quién le preguntes. ¿Sabes lo que realmente es chistoso? Bertila. Fue identificada por sus estúpidos puentes dentales. ̶  Su risa era amarga. ̶  ¿Y qué hace la familia? Vuelve a colectar plata, y me manda afuera, para aquí. Hasta hoy, creen que sigo estudiando. ¿Notas algo?

Él sacudió la cabeza.

̶  La gente pobre siempre apuesta al caballo equivocado.

El martes por la noche, le dijeron que Rosario dio parte de enferma. Él no se dio por vencido, recurrió a un par de mentiras, hasta que le dieron su domicilio.

En Lavapiés, las pequeñas tavernas que olían a pescado conformaban cálidas islas luminosas entre las entradas de las casas de barrio clausuradas con tablas y clavos. En un predio cubierto de escombros y matorrales, había una topadora con las fauces abiertas, augurando como lúgubre emisario el porvenir, que ni una piedra quedaría sobre la otra.

Finalmente, Antonio dio con lo que buscaba.

Era un complejo habitacional, sus balcones tenían rejas de hierro forjado. Graffitis y retazos de afiches cubrían la parte inferior del frente. Un arco formaba la entrada a un patio, donde, desde una ventana de la planta baja, se oía un televisor parloteando los resultados de la gala de un concurso, el reflejo de las imágenes centelleaba en los muros.

Mientras subía las escaleras, percibió ruidos opacos que provenían del edificio lleno de recovecos: voces, pasos, como tiraban de la cadena. Una vez, creyó escuchar un murmullo muy cerca de la puerta.

Al fin, alcanzó el último tramo, donde las puertas se enfilaban a lo largo del pasillo. La habitación de Rosario quedaba a mano derecha. La puerta cedió a sus golpecitos y él asomó la cabeza con cautela al interior. La muchacha yacía sobre la cama con brazos y piernas extendidas, flácidas, la cabeza de un lado, febril.

̶  Siempre me persigues a hurtadillas  ̶ , constató.

̶  Rosario, sólo quería ver qué tal estabas.

Ella tosió. Cuando volvió a cobrar el aliento, dijo:

̶  Si apenas me conoces. En realidad, ni siquiera me llamo así.

Luego de una pausa, dijo con serenidad:

̶  Puedes llamarme como quieras, eso es cosa tuya.

Su respiración se fue calmando. Cerró los ojos. Cuando él pensó que se había dormido, los volvió a abrir.

̶  Rosario, así se llamaba la hija de Goya. Aún era muy pequeña cuando pintó los cuadros negros. Ella lo debe haber visto mientras trabajaba.

̶  Mejor le hubiera pintado flores y mariposas  ̶ , dijo Antonio sentándose al borde de la cama.

̶  No  ̶ , dijo ella, ̶  a los niños no les sirve de nada, si uno les vende gato por liebre. Poco después, tuvieron que huir. La inquisición ya les pisaba los talones. Goya murió en Francia.

̶  ¿Y Rosario?

̶  Ella volvió tan pronto mejoró la situación. Como pintora. Llegó a dar clases en palacio. Siempre me gustó la idea. Es un buen final para la historia.

̶  ¿Y qué pasará contigo? ¿Vas a volver?

Ella fijó la mirada en las grietas del techo de la habitación.

̶  No sé. Hace tiempo, cuando llegué, fue dificil. Me sentía como en un callejón sin salida.  De repente, todo parecía equivocado y enredado.

̶  Comprendo.

De pronto, vio delante suyo a sus padres en su primer día de escuela, sus rostros tiesos entre tantos alemanes bulliciosos.

̶  Pero ahora, me las arreglo bastante bien aquí. Sólo el hilo rojo, que me podría volver a conducir hacia la salida, es que no consigo cogerlo. Ni que pensar en el dinero.

Ella se irguió para sentarse y su mano acarició su mejilla.

̶  Pero, dado el caso que volviera…

̶  ¿Si?

̶  ¿Le darías de comer al perro por mí? ̶  Ella sonreía. Y ahí volvió a estar, ese tenue brillo que iluminaba su semblante.

Él asintió. Le hubiera prometido todo.

̶  Bueno, ̶  dijo ella.

Él vio como su cara demacrada se le acercaba y su oscura mirada comenzó a borrarse ante él. Recién cuando sintió, mientras ella lo besaba, cerró los ojos.

Traducción de Juana Burghardt

Nachlese: Abschlussveranstaltung zum Literaturaustausch Stuttgart-Bogotá 2011

Am 21.März 2012 fand in der Stadtbibliothek Stuttgart am Mailänder Platz die Abschlussveranstaltung zum Literaturaustausch Stuttgart-Bogotá statt. Hier einige Impressionen.

Headset-Anprobe... foto: Manfred Bärlin

Im Sommer 2011 hatten zwei Autoren die einmalige Gelegenheit, einen Literaturaustausch der besonderen Art zu erleben. Julio Paredes besuchte Stuttgart im Juli, ich selbst brach im August zu meinem Gegenbesuch auf  und verbrachte vier Wochen in der acht Millionen Einwohner zählenden Stadt. Das ungewöhnliche Thema „Brachflächen“ regte mich  zu einem Essay an, das der Vielschichtigkeit dieser Stadt und dem besonderen Charme ihrer Bewohner gerecht zu werden versucht.

An diesem Abend wurde auch die zweisprachige Publikation zum Literaturaustausch mit den Essays der Autoren sowie begleitenden Fotografien vorgestellt. Ein Dankeschön an dieser Stelle für die außergewöhnlich schöne grafische Umsetzung an Renate Lahnstein: http://rla-design.de/index.php?id=rla-design-ostfildern 

Die Publikation kann bezogen werden über: KATE – Kontaktstelle für Umwelt und Entwicklung, Blumenstraße 19 D 70182 Stuttgart.  Ich möchte an dieser Stelle darauf hinweisen, dass KATE die hohen Herstellungskosten trägt – daher mein Appell an die Besteller, sich mit einer kleinen Spende an den Druckkosten zu beteiligen.

Der Literaturaustausch Stuttgart – Bogotá war ein Projekt von KATE (Kontaktstelle für Umwelt und Entwicklung) in Kooperation mit: Landeshauptstadt Stuttgart, Deutsch-Kolumbianischer Freundeskreis DKF e.V., Stadtbibliothek Stuttgart, Institut für Auslandsbeziehungen Ifa, Literaturhaus Stuttgart, Schriftstellerhaus Stuttgart, Alcaldía de Bogotá, Goethe Institut Bogotá, Ministerio de Cultura de la República de Colombia, Red Nacional de Escritura Creativa. Sponsoren des Projekts waren: Landeshauptstadt StuttgartWichtige Mitstreiter in Sachen Partnerschaft Stuttgart-Bogotá, von links nach rechts: Hermann Kirchholtes, Umweltamt Stuttgart, Dr. Nicolás Leyva, Stadt Stuttgart, Abteilung Mobilität, Henry Javier Arcos Muñoz, Generalkonsul von Kolumbien, Alejandro Palacios, Präsident des Deutsch-Kolumbianischen Freundeskreises, Ute Rössle, Projektmanagement KATE, Stuttgart  , Alcaldía de Bogotá, Europäische Union, Deutsche Lufthansa AG

An diesem Abend waren neben dem interessierten Publikum auch einige wichtige Mitstreiter in Sachen Partnerschaft Bogotá-Stuttgart versammelt.

Für nähere Informationen bitte die Fotos anklicken. (Ich bedanke mich bei Manfred Bärlin, Umweltamt Stuttgart, für die Erlaubnis zur Nutzung seiner Bilder.)

Portal URB-AL III: el intercambio literario entre Stuttgart y Bogotá

Las ciudades de Stuttgart y Bogotá establecen un intercambio literario para compartir experiencias y reflexiones sobre desarrollo urbano sostenible

Portal URB-AL III

URB-AL es un programa de cooperación regional de la Comisión Europea con América Latina cuyo objetivo es contribuir a incrementar el grado de cohesión social y territorial en el seno de las colectividades subnacionales y regionales de América Latina. El objetivo específico del programa es consolidar o promover procesos y políticas públicas de cohesión social que puedan convertirse en modelos de referencia capaces de generar debates e indicar posibles soluciones a los gobiernos subnacionales de América Latina que deseen impulsar dinámicas de cohesión social.

URB-AL is a European Commission regional cooperation programme with Latin America, whose goal is to contribute to increasing social and territorial cohesion among sub-national and regional groups in Latin America.The specific aim of the programme is to consolidate or promote social cohesion processes and policies that can become models that generate debate and indicate possible solutions for sub-national governments of Latin America that wish to stimulate social cohesion dynamics.

a.l., 2011

„Bogotá – ein vom Wind durchblättertes Buch“ Abschlussveranstaltung zum Literaturaustausch Stuttgart-Bogotá 2011

Lesung, Fotos und kolumbianischer Kaffee

„…Auf einmal habe ich wieder die etwas heisere Stimme des Zimmermädchens im Ohr, das an einem ruhigen Schreibnachmittag auf meiner Fensterbank sitzt, die Beine baumeln lässt und mir von dem als Kind gehüteten Schatz eines Comicheftes und dem daraus entsprungenen Superhelden erzählt, den sie Jahre später auf der Avenida Caracas zu erkennen glaubte und dem sie folgte, bis sie ihn schließlich an der Ecke zur 57. Straße aus den Augen verlor. Mir fällt der in einer Vitrine zur Schau gestellte menschliche Schädel ein, den ich auf dem Flohmarkt von San Alejo entdeckte und dessen Zahnreihen aus unerfindlichen Gründen mit Kabelanschlüssen bestückt waren. Da ist der Duft nach Kaffee, Orangen und gebratenen Eiern im Café Boca. Mein verwackelter Schnappschuss eines jungen Soldaten, das Maschinengewehr beim Abschiedskuss zwischen sich und der innigen Umarmung seiner Liebsten. Und der klangvolle Name auf einer hingekritzelten Notiz – Apolinar Albarracin – den ich keinem Gesicht mehr zuordnen kann…“

Im Sommer 2011 hatten zwei Autoren die einmalige Gelegenheit, einen Literaturaustausch der besonderen Art zu erleben, der an diesem Abend für das Publikum lebendig werden soll. Julio Paredes besuchte Stuttgart im Juli, ich selbst brach im August zu meinem Gegenbesuch auf  und verbrachte vier Wochen in der acht Millionen Einwohner zählenden Stadt. Das heutige Bogotá gehört wohl zu den interessantesten Metropolen der Welt. Neben den armen Vierteln im Süden stehen die luxuriösen Viertel des Nordens, Verkehrschaos herrscht in unmittelbarer Nachbarschaft von idyllischen Hinterhöfen, in die kaum ein Laut dringt. Bogotá ist voller Geschichten und zugleich eine inspirierende Stadt der Künste. Das ungewöhnliche Thema „Brachflächen“ regte mich  zu einem Essay an, das der Vielschichtigkeit dieser Stadt und dem besonderen Charme ihrer Bewohner gerecht zu werden versucht.

Datum: 21. März 2012, 19:30 Uhr

Ort: Stadtbibliothek Stuttgart am Mailänder Platz

An diesem Abend wird auch eine zweisprachige Publikation zum Literaturaustausch mit den Essays der Autoren sowie begleitenden Fotografien vorgestellt. Die Publikation kann bezogen werden über: KATE – Kontaktstelle für Umwelt und Entwicklung, Blumenstraße 19 D 70182 Stuttgart.  Ein Dankeschön an dieser Stelle für die außergewöhnlich schöne Gestaltung an Renate Lahnstein: http://rla-design.de/index.php?id=rla-design-ostfildern (Diese Publikation wird kostenlos zur Verfügung gestellt. Ich möchte an dieser Stelle aber doch darauf hinweisen, dass KATE die hohen Herstellungskosten trägt – daher möchte ich – ganz persönlich-  an die Besteller apellieren, z.B. bei Bestellung via Email eine kleine Spende zu überweisen oder postalisch in Form von Briefmarken ihrer Bestellung beizulegen. Vielen Dank!)

Sprache der Veranstaltung: Deutsch   Eintritt: frei

a.l. - Bogotá, 2011

Der Literaturaustausch Stuttgart – Bogotá ist ein Projekt von KATE (Kontaktstelle für Umwelt und Entwicklung) in Kooperation mit:

Landeshauptstadt Stuttgart, Deutsch-Kolumbianischer Freundeskreis DKF e.V., Stadtbibliothek Stuttgart, Institut für Auslandsbeziehungen ifa, Literaturhaus Stuttgart, Schriftstellerhaus Stuttgart, Alcaldía de Bogotá, Goethe Institut Bogotá, Ministerio de Cultura de la República de Colombia, Red Nacional de Escritura Creativa

Sponsoren des Projekts waren:
Landeshauptstadt Stuttgart
Alcaldía de Bogotá
Europäische Union
Deutsche Lufthansa AG

Bogotá, terrenos en desuso, libros hojeados por el viento: El intercambio literario Stuttgart – Bogotá

Evento y lectura con Anke Laufer

Fecha: 21 de marzo 2012, 19:30 – 21:00 horas

Lugar: Biblioteca Municipal de Stuttgart, Mailänder Platz

En el verano de 2011 Anke Laufer visitó al escritor colombiano Julio Paredes en Bogotá y pasó cuatro semanas en la gran ciudad de 8 millones de habitantes. Como muchas ciudades de América Latina Bogotá se caracteriza por una gran diversidad: migración masiva de zonas rurales a las urbanas, crecimiento de la superficie urbana, pobreza, embotellamiento del tráfico, degradación del medio ambiente. Al mismo tiempo Bogotá es una ciudad inspiradora de arte, donde trabajadores culturales encuentran un entorno muy rico. En esta complejidad se está moviendo Anke Laufer realizando investigaciones sobre el tema de „terrenos industriales abandonados“ en la vida cotidiana de la ciudad. Se formó un maravilloso ensayo enriquecido por las fotografías de los lugares más emocionantes en Bogotá.

„Una vez más tengo en el oído la voz algo ronca de la chica de la limpieza, que se sienta en el antepecho de esa misma ventana en una tranquila tarde dedicada a la escritura, con las piernas colgando, y me habla  de aquel cuaderno de cómics que, siendo niña, guardaba como si fuese un tesoro, del superhéroe que emergía de él, al que creyó reconocer años después en la Avenida Caracas, al que siguió hasta perderlo de vista, finalmente, en la esquina con la calle 57. Recuerdo el cráneo humano expuesto en una vitrina y que descubrí en el rastro de San Alejo, y cuyas hileras de dientes, por razones desconocidas, estaban provistas de tomas de cables. Ahí está, también, el aroma del café, de las naranjas, de los huevos fritos en el Café Boca. Mi movida instantánea de un joven soldado que, al dar el beso de despedida a su novia, dejó la ametralladora entre él y el íntimo abrazo dado a su amada. Y ahí está el sonoro nombre en una nota garabateada: Apolinar Albarracin, un nombre con el que no puedo asociar ya ningún rostro.“

El evento marca el final del intercambio literario Stuttgart – Bogotá. En julio de 2011 Julio Paredes pasó un mes en Stuttgart y escribió un ensayo sobre las zonas industriales abandonadas en Stuttgart. Ambos ensayos serán publicados en un libro que se presenta el 21 de marzo en Stuttgart.

Programa

Bienvenida
Susanne Laugwitz-Aulbach,
Directora de la Oficina de Cultura de Stuttgart
Repaso del Proyecto Intercambio Literario
Gabriele Winkler, contacto para Medio Ambiente y Desarrollo, KATE

Ponencia de apertura
„Die Zukunft interkommunaler Kulturarbeit mit Lateinamerika“
(„El futuro del trabajo cultural intercomunitario con Amércia Latina“)
Ronald Grätz, Institut für Auslandsbeziehungen (ifa) – Instituto para Relaciones Exteriores
Lectura, fotos, reporte
Bogotá – un libro al viento – ein vom Wind durchblättertes Buch
Anke Laufer

Presentación de la publicación Brachflächen – Terrenos en Desuso
Perspectivas
Alejandro Palacios-Tovar, Deutsch-Kolumbianischer Freundeskreis DKF e.V.
Encuentro y algo más

Idioma: Alemán
Organiza: Deutsch-Kolumbianischer Freundeskreis DKF e.V.
Werastraße 109
70190 Stuttgart
Tel: 0711 – 84980843
Alejandro.Palacios@dkfev.de
www.dkfev.de

http://www.embajada-colombia.de/paginasnoticias/KULTUR_74_stuttgart.htm

Goethe Institut Bogotá / Centro Cultural García Márquez am 2.11.2011

Das Goethe-Institut wird im Rahmen von „próxima parada“  CONVIVENCIA URBANA – einer Veranstaltungsreihe von interdisziplinären Gesprächen zum Themenkreis Stadt, Kultur und Bildung – am 2.11.2011 im Centro Cultural García Márquez auch den diesjährigen Literaturaustausch zwischen Stuttgart und Bogotá vorstellen. Julio Paredes wird vor Ort aus seinen Texten lesen und an der Diskussion teilnehmen, ich selbst werde „aus der Ferne“ mit einer einführenden Präsentation meiner in Bogotá entstandenen Texte und Fotos beteiligt sein. Ich wünsche allen Beteiligten ein gutes Gelingen!

Bilanz einer literarischen Reise – resumen de un viaje literario

Nun ist es bereits Monate her, dass ich aus Bogotá zurückgekehrt bin, mit viel zu vielen Büchern im Handgepäck, die man mir bei den Gewichtskontrollen am Flughafen in Bogotá gnädig hat durchgehen lassen und den Kopf voller neuer Textpartikel, Ideen und den Erinnerungen an die Gespräche mit kolumbianischen Autorenkollegen, allen voran mit Julio Paredes. Diese haben mich ihr ganzes Gewicht erst später spüren lassen, als ich wieder am heimatlichen Schreibtisch saß und versuchte, dort wieder anzuknüpfen, wo ich stehengeblieben war, bevor ich nach Kolumbien aufbrach. Das war, wie sich herausstellen sollte, ganz und gar unmöglich. Dies war eine der sehr seltenen Reisen, die dem Schreiben nicht nur neue Impulse, sondern eine ganz neue Ausrichtung geben.

Im März 2012 sind in Stuttgart und Bogotá Veranstaltungen geplant, bei denen der Literaturaustausch und seine Ergebnisse noch einmal präsentiert werden sollen. In Stuttgart werde ich aus meinem nach meiner Rückkehr ausgearbeiteten Essay über Bogotá lesen und in einem Gespräch über den Literaturaustausch berichten. Dabei wird auch die zweisprachige Veröffentlichung präsentiert werden, welche die Texte beider Autoren und begleitende Fotografien enthält.

Entrevista con Anke Laufer (Bogotá Convention Bureau) /Interview mit dem Bogotá Convention Bureau (Spanisch):

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Lectura en Bogotá – Lesung in Bogotá

Stuttgart y Bogotá intercambian experiencias en el ámbito de desarrollo urbano sostenible

von Bogotá Internacional, Montag, 29. August 2011 um 15:10

El próximo viernes 2 de septiembre a las 6 de la tarde en la Biblioteca Virgilio Barco – Sala de Música-, la escritora alemana Anke Laufer compartirá sus reflexiones sobre el desarrollo urbano sostenible en la ciudad, y disertará sobre el uso del espacio público en Bogotá después de conocer algunos casos y experiencias del Distrito con áreas contaminadas en desuso.

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